El sábado se vivió un momento de mucha preocupación en el Rally del Sur que se corrió en Luis Beltrán. Uno de los competidores perdió el control del auto y cayó al canal. El binomio Castillo-Castillo, padre e hija, iniciaron el camino por una pesadilla que se dirime entre la vida y la muerte. La carrera se suspendió y Beto fue trasladado de inmediato a General Roca. 

Apenas se supo del accidente, se conoció que la intervención de la policía Cynthia Labrada había sido determinante para que el piloto no falleciera en el canal. 

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Cuando Cintia recuerda el momento se emociona, su voz es temblorosa y se agita. Dice que recién hoy puede hablar del tema. 

«Comienzo a hacerle RCP pero no volvía. Y no volvía…Al ratito me empecé a encomendar a Dios y a Ceferino, de quién soy devota»

Ella estaba a 500 metros del lugar. “Vimos un montículo de tierra muy grande y sentimos el golpe”, contó en el programa radial De La Isla. Salió disparada junto a dos jóvenes de Lamarque, Jonathan Luna y Lucas Ortega. 

Ellos se lanzaron al agua para rescatar a Beto y ella sostuvo a la copiloto, Sofía, que como estaba en estado de shock, intentó cruzar la calle cuando la carrera seguía su desarrollo. Cintia la pone en resguardo y le quita el casco a Beto. “No tenía signos vitales. Comienzo a hacerle RCP pero no volvía. Y no volvía…Al ratito me empecé a encomendar a Dios y a Ceferino, de quién soy devota. Y ahí largó una bocanada de aire con agua”, contó emocionada. 

Le salvó la vida. Luego llegó la ambulancia que lo trasladó a General Roca. “Me tocó a mí, por algo fue así. Lo único que pido es que el señor Castillo se componga”. 

Sofía publicó ayer en las redes sociales que el estado de salud de su padre es delicado. “Solo hay que seguir esperando su evolución por todo el agua que tiene en sus pulmones y, además, estuvo sumergido con el agua que tiene muchas bacterias y gérmenes”, contó.